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Tino Zaballa es uno de los cinco corredores españoles que en la máxima categoría representarán a España en el Mundial de Tábor (República Checa) el próximo domingo. El veterano cántabro va con ilusión y “muy satisfecho de haberme ganado por segundo año consecutivo la confianza del seleccionador nacional”.
El ciclista de Udías, que lleva tres carreras ganadas en la temporada nacional de ciclocross, llega a la cita en su mejor momento de forma, como demostró el pasado domingo en la prueba internacional de Ispaster, donde se clasificó en segunda posición por detrás el francés Labbe, siendo el mejor hombre de la selección española.
“Pese a que pocas veces después de hacer segundo estoy contento, en Ispaster lo estuve porque este principio de año lo tenía atravesado con la salud y por fin pude disfrutar encima de la bici, lo cual no fue fácil porque el circuito estaba en condiciones de las de dar pedales y no moverte del sitio. Pero aun así terminé contento, porque el Labbe desmostró estar más fuerte que yo”, comenta Zaballa.
El corredor, uno de los pocos que alterna el ciclocross con la ruta, espera que la chispa que ahora tiene “no se apague cuando aterrice en Tabor y vea que el circuito donde vamos a correr el mundial es una pista de patinaje”.
Tino es realista al analizar sus posibilidades y las del resto de los españoles. “Lo tenemos muy mal para intentar hacer un papel bonito, así que por eso hay que ir con las cosas claras. Está todo en contra: los rivales más fuertes, la salida también nos afecta porque saldremos últimos o casi, y nuestra experiencia en circuitos helados es nula. Así que... espero aprender algo, dar lo máximo y defenderme lo mejor posible en un mundial”, concluye.
Departamento Prensa
KEC Pro Sport
El ciclista de Udías, que lleva tres carreras ganadas en la temporada nacional de ciclocross, llega a la cita en su mejor momento de forma, como demostró el pasado domingo en la prueba internacional de Ispaster, donde se clasificó en segunda posición por detrás el francés Labbe, siendo el mejor hombre de la selección española.
“Pese a que pocas veces después de hacer segundo estoy contento, en Ispaster lo estuve porque este principio de año lo tenía atravesado con la salud y por fin pude disfrutar encima de la bici, lo cual no fue fácil porque el circuito estaba en condiciones de las de dar pedales y no moverte del sitio. Pero aun así terminé contento, porque el Labbe desmostró estar más fuerte que yo”, comenta Zaballa.
El corredor, uno de los pocos que alterna el ciclocross con la ruta, espera que la chispa que ahora tiene “no se apague cuando aterrice en Tabor y vea que el circuito donde vamos a correr el mundial es una pista de patinaje”.
Tino es realista al analizar sus posibilidades y las del resto de los españoles. “Lo tenemos muy mal para intentar hacer un papel bonito, así que por eso hay que ir con las cosas claras. Está todo en contra: los rivales más fuertes, la salida también nos afecta porque saldremos últimos o casi, y nuestra experiencia en circuitos helados es nula. Así que... espero aprender algo, dar lo máximo y defenderme lo mejor posible en un mundial”, concluye.
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