El atletismo ha adoptado el sistema del pasaporte biológico, en la rueda del ciclismo, primer deporte en haber castigado a deportistas por anomalías con sus niveles sanguíneos, y probará en el Mundial de Berlín otra vía para detectar el recurso a esteroides.
Con prudencia y discreción, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) decidió aceptar la herramienta que supone el pasaporte, para estudiar posibles casos de dopaje por sus efectos en el organismo, al contrario que un control clásico, que busca sustancias prohibidas en muestras de sangre u orina.
Con prudencia y discreción, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) decidió aceptar la herramienta que supone el pasaporte, para estudiar posibles casos de dopaje por sus efectos en el organismo, al contrario que un control clásico, que busca sustancias prohibidas en muestras de sangre u orina.
"Los atletas que recurren a la EPO (eritropoyetina) saben que desaparece muy rápido de la orina. Si se preparan bien antes de una competición con EPO, conservan beneficios durante la competición por el aumento de glóbulos rojos en la sangre", subrayó el doctor Gabriel Dollé, responsable del departamento antidopaje de la IAAF.
Para cubrir las lagunas de los controles antidopaje, "hay que organizar un seguimiento a lo largo de todo el año, para ver cómo evolucionan los niveles", precisó.
La IAAF está aún lejos de la posibilidad de sancionar con dureza a un atleta por variaciones anormales de sus parámetros sanguíneos, como hizo la Unión Ciclista Internacional (UCI) con seis corredores en junio, pero aprovecha esta nueva herramienta para dirigir mejor sus controles.
"Estamos en la fase de la estandarización de los procedimiento de muestras, de transporte y de análisis, con el fin de asegurar la fiabilidad de los resultados", explica Thomas Capdevielle, asesor jurídico de la IAAF en materia de dopaje.
Las medidas para asegurar la fiabilidad de los datos del pasaporte buscan no dejar margen a la improvisación, por lo que se trabaja en garantizar que las muestras de sangre lleguen al laboratorio antes de 36 horas desde la extracción, como marcan las normas.
"Hay que calcular bien", insiste el doctor Dollé, que habla de la complejidad de conseguir un resultado de tanto impacto como el vivido recientemente en Jamaica, donde la Federación había aprovechado la coincidencia de varias estrellas para realizar análisis.
"El pasaporte biológico tiene costas de análisis y transporte muy elevados, sobre todo por la dispersión geográfica de los atletas de élite y el reducido número de laboratorios acreditados para realizar controles específicos. Esos son los obstáculos reales que tenemos que resolver", asevera Capdevielle.
Si bien la IAAF ha pedido consejo a la UCI, el atletismo no puede contar, como el ciclismo, con equipos profesionales que ayuden con la financiación del programa.
Entre las grandes novedades con motivo del Mundial berlinés estará la puesta en marcha del proyecto piloto del pasaporte de esteroides. Las muestras de orina se obtendrán con el mismo procedimiento y servirán para iniciar la elaboración de este segundo tipo de perfil.
"Como el programa informático existe ya y no tenemos que respetar protocolos tan estrictos para el transporte de la orina como para el de la sangre, el proceso puede ser más rápido", estimó la asesora científica Francesca Rossi.
El pasaporte sobre esteroides suscita un gran interés, ya que podría remediar los defectos de las pruebas de detección de las hormonas del crecimiento y de los propios esteroides, en un campo donde es necesario un avance importante para garantizar un deporte limpio.
Fuente: ECODIARIO
1 comentario:
Ya es hora de que traten a todos los deportes por igual y se luche contra el doping y todos los sitios, no solo en el ciclismo.
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