Sergio Pardilla "estoy encantado en Italia"

Desde el blog de Dany Jaca nos envian esta gran entrevista a Sergio Pardilla:

Como reza el titulo de la entrevista, no hecha de menos la llamada de algún equipo español, su actual equipo, italiano por los cuatro costados, es donde siente que es su casa. Un escalador de apenas 57 kgs. nacido en Manzanares (Cuidad Real) hace veintiséis años, en plena llanura manchega y huérfanos de puertos de montaña.

En su familia no hubo nadie ciclista, solía jugar con los amigos en las calles de su pueblo natal, entre esos juegos estaba la bici, donde no faltaban los piques con sus amigos de infancia. Recuerda que a los diez años, y en la categoría de alevín se apuntó a la emergente por aquel entonces el club ciclista Chaparro, sin otra intención que saber lo que era aquello de las carreras, sin pensar en el futuro y más bien sabiendo lo que era aquello.

Ya ese primer año gano su primera carrera, además jugaba en casa, cruzo la meta el primero en una carrera en su pueblo y además en su barrio, le siguió mas victorias, infantiles, cadetes y siempre de la mano de Juan Muñoz, alma mater del C.C.Chaparro. Le llegó la hora de la verdad, pasó a amateur en el potentísimo Alcosto de la mano de Demesio. Un equipo que ganaba muchas carreras, él era el único juvenil ese año, conoció a muchísimos ciclistas, en aquel equipo compartiendo kilómetros en la carretera con los Terciado, Del Nero, Chineta, Dani Moreno, Vallejo, Luis Perez, Rubén Tapias,algunos de ellos con el pasos del los años se han convertido en amigos.

Su primer año en este equipo las pasó canutas, el nivel dentro de la plantilla, más las carreras que disputaba, todo se le hacía cuesta arriba. El golpe fue duro ya que venía de ganar mucho en juveniles, además apenas entrenaba y no se cuidaba nada, en las categorías inferiores él estaba para pasar el rato, no se lo tomaba en serio. Su segundo año cambió por completo, dio con un preparador físico, con el cual sigue actualmente, donde le enseñó todo sobre los entrenos y la forma de trabajar.

Comenzó a sufrir en los entrenos, sus primeras series, y los frutos no tardaron en salir a la luz.Llegaron los primeros resultados, comenzó a terminar carreras, hacía sus puestos y veía que comenzaba a estar con los buenos por aquel entonces. El verdadero cambio vino en su tercer año, toda una explosión, ganó una etapa en Circuito Montañés, tercero en la general, estuvo de líder, también ganó la Copa España, volvió la senda de las victorias...

En ese tercer año al acabar la temporada ya recibió su primera oferta para correr en profesionales, Julio Izquierdo le dio la oportunidad de correr en el Viña Magna en el que estuvo tres años, y del que guarda una experiencia muy buena, un buen grupo el que se formó por aquel entonces, y en el cual ganó la etapa más importante hasta la fecha, la etapa reina del Tour del Porvenir. Los años siguientes consiguió alguna victoria más, como en el Tour de los Pirineos y otra etapa en la Vuelta a la Rioja. Durante estos tres años tuvo claro que estaba en un "equipo lanzadera" en el cual le servía para dejarse ver, aprender el oficio, y con ello buscar metas más altas.

Y las encontró, fuera de España, aunque resultó a la postre ser un futuro equipo fantasma, llegó a firmar por un equipo que a muchos de nosotros nos sonará por lo rocambolesco de la historia, se llamaba H20 equipo profesional, con un gran presupuesto, llegó a concentrarse, pero también se llego a enterar por la prensa que el equipo no tenía el visto bueno de la UCI, todo desapareció, aún hoy esta esperando una respuesta por parte de sus responsables.

Por suerte el mánager del su actual equipo (Carmiooro) Lorenzo Di Silvestre no dudo en hacerle un hueco en su equipo, Lorenzo lo venía siguiendo desde hace tiempo, fue de los pocos que picó a su puerta para dar el salto a un equipo con un mayor y mejor calendario. El acuerdo fue rápido, se enteró por la mañana de que su actual equipo era una farsa y por la tarde firmaba su nuevo contrato con los italianos del Carmiooro.

Sergio me recalca lo bien que está en el equipo, es un trato familiar, no hay presión en las carreras, si se consigue un triunfo perfecto y si no también, lo importante es hacer el trabajo que les encomiendan, hay un trato directo con los sponsors, salen con ellos a entrenar, recibe muchas llamadas de sus directores como de Di Silvestre (Manager), cuando por motivos de enlazar varios días de competición y no regresa a su casa tienen un hotel para el equipo, y si no las puertas de la casa del mánager (Di Silvestre) están abiertas. Aunque el equipo sea profesional y no corra ninguna de las grandes su calendario es suficientemente amplio y de mucha calidad, puede superar los ochenta días de competición.

Le encanta correr en Italia, es totalmente diferente a nuestro país, en las carreras mismamente su pueden juntar pelotones de cerca de doscientos corredores, la prensa, la televisión está mucho más cercana al ciclismo, hay auténtica pasión por este deporte.

Tanto en los buenos momentos como en los malos Pardilla suele refugiarse en su familia, su novia y sobretodo en su preparador físico, con el que lleva toda su andadura ciclista. A falta de correr una gran vuelta, en las pequeñas, las de una semana se defiende muy bien, y más cuando la carretera se pone cuesta arriba, la cual es su principal cualidad. En cambio las clásicas de un día como no sean con puertos muy duros le cuesta estar delante, aunque sea joven por edad se considera un "diesel". Intenta mejorar con entrenos en las cronos, para poder hacer buenas clasificaciones generales.


Su victoria en la etapa reina de la Vuelta a Andalucía no le ha supuesto cambio ninguno, aunque los medios se hayan echo eco de la victoria Sergio me comenta que sigue en su linea de trabajo, ir poco a poco a más. Lo que si ve es un cierto seguimiento de las grandes figuras del pelotón, y me pone como ejemplo el Giro de Trentino en el cual los corredores que estaban disputando la general si que me vigilaban de cerca, sobretodo cuando llegaban los grandes puertos (me comenta).

Sergio comenta que año tras año va cumpliendo los plazos marcados, se va haciendo más ciclista, ve que va a más, se siente un auténtico privilegiado en el mundo de la bici, es consciente que en el camino se han quedado ciclistas con un gran potencial, también es consciente que este es un deporte muy inestable, hoy aquí mañana quien sabe...

No tiene ídolos y tampoco los tuvo nunca. Su sueño cumplido es el ser ciclista y vivir de ello, y otro que le falta por cumplir es el estar en la salida de una vuelta grande.

Fuente: http://www.daniellopez71.com/