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¡Empieza bien el año!

Entrevista a Igor Antón, "un sueño hecho realidad..."

Desde el blog de Dany Jaca nos llega esta gran entrevista a Igor Antón.

Rodeado de una de las mejores aficiones del mundo, se crió y vive en su Galdakao de toda la vida, pinta de escalador e inquieto, amante de la montaña y admirador de los valientes que escalan los hielos de las grandes cumbres, un privilegiado de poder darle a los pedales y vivir de ello...

Igor ya de pequeño veía una bici por casa, la de su aita (padre) no competía, simplemente salía siempre en bici, un forofo de este deporte.Muy pronto lo apuntaron en la escuela de su pueblo (Galdakao) a los nueve años,como un simple hobby ya que era muy inquieto, nervioso, y así su familia creía que el desgaste de la bici lo liberaba...


Toda su infancia y algo más la transcurrió en la escuela de su pueblo, ya en aficionados pasó al Olarra, filial del Euskaltel por aquel entonces, en dicho Olarra aunque la competencia era muy alta, las lesiones les respetaron los resultados que se iban dando sobretodo en carreras con puertos, donde solía llegar en solitario a la meta. Y ya en su tercer año corrió un europeo, un mundial y estuvo a prueba con el equipo naranja en el Tour del Porvenir. Ya por aquellos tiempos de juveniles coincidió con los que a dia de hoy son sus compis, Aitor Hernández, Amets Txurruka, luego llegaron los Koldo Fernández, Rubén Perez, también me menciona aunque en otro equipos a Dani Navarro, Luis León y también pero un año más mayor Alberto Contador.




En su primer año (2004) le impresionó estar con los Iban Mayo, Zubeldia, Laiseka, Aitor González en su primera concentración invernal, veía que su sueño se hacía realidad. No tardó mucho en darse cuenta que el campo profesional era y es otro mundo, y aunque corrió un Tour del Porvenir y ya en parte se hizo una idea de lo que tenia que lidiar. Empezó en Mallorca, pero donde notó la dificultad fue en su primera Paris -Niza, ya no solo el ritmo, si no el frío, la lluvia, llegó a pensar que era demasiada exigencia en el campo profesional.


Iba pasando el invierno y la primavera de ese primer año, poco a poco se iba haciendo a la categoría. Hasta que llegó la noticia y no lo tenía previsto, se iba al Giro, su primera grande en su estreno como pro. Ese Giro acabo por reventarlo, ya no llegó a recuperarse en todo el resto de la temporada, no levantó cabeza, pero esa carrera le marcó, le curtió, le hizo ciclista, llegó a acabarlo, esa era su meta, ese Giro fue su bautismo...





Igor me describe que esa primera victoria en la Vuelta a España, con 23 añitos le supuso un gran cambio de mentalidad, el equipo se volcó con él, los medios empezaban a nombrarlo continuamente, llegaron a decir "un nuevo Perico" él aun así sabía que no había hecho nada, los pies los debía de seguir teniendo en el suelo, sabía que trabajando podría volver a darse ese resultado, pero a la vez sabiendo que este deporte es durísimo en todos los aspectos.


Ese encumbramiento también le supuso una presión añadida, y que a veces cuesta muchísimo saber llevarla. También en una grande vió lo duro y cruel de este deporte, llegaba a un Tour como algo más que un corredor del Euskaltel, se hablaba de victorias y sin embargo fue todo lo contrario, tuvo que retirarse pasado de forma. Aun así ese año gana etapa en Normandía y tras retirarse del Tour, supo reaccionar y acabó en una meritoria octava plaza en la Vuelta a España.


Cada año que iba pasando me dice Igor que su línea era ascendente, hasta la caída en la Vuelta a España, tardó en recuperarse, no físicamente si no mentalmente, el golpe fue muy duro y al año siguiente no levantó cabeza, le costaba volver a esa línea ascendente que iba trayendo. Su objetivo más presente era recuperar esa línea que poco a poco va consiguiendo.





Se considera un escalador con sangre fría y eso que en sus primeros pasos demasiado impulsivo, atacaba por atacar, y ahora y con el paso de los años mide sus ataques, se coloca mejor, guarda fuerzas para los momentos claves. Sabe que por sus características poco puede hacer en una crono, intenta ir mejorando cada año, pero también potencia su punto fuerte, la montaña y la experiencia que año tras a año va cogiendo.


A mi pregunta de las tres grandes con cual se queda, Igor me responde que la Vuelta a España le ha marcado un antes y un después, pero el Giro le supuso toda una aventura, el calor de la gente, por sus características (escalador), el seguimiento en general de la carrera, todo lo que envuelve esta carrera.


Igor una vez que se baja de la bici suele refugiarse en los amigos, también en casa, el estar tranquilo en ella le ayuda mucho, la familia también es muy importante para él.





Sus ídolos no están en la bici, admira a los montañeros, por su bravura, por la forma de jugarse la vida, le llaman mucho los himalayistas, aunque también le gusta bastante Pantani, su forma de ser y de correr. Viajar le encanta, le gustaría hacerlo más pero su profesión se lo impide, sus pateadas por el monte, observar todos esos parajes en la montaña y también estar al lado de sus amigos forman parte de su otra vida, la que cuando toca descansar de la bici por un tiempo.


Sus entrenos los suele compartir con los Rubén Perez, Jonathan Castroviejo, Benat Intxausti, Koldo Fernández, y casi siempre por su Galdakao. El ciclismo le ha dado tanto que se siente muy bien tratado y aunque la problemática del dopaje les esta haciendo daño en líneas generales se siente justamente tratado. Un titular con el que le gustaría que lo recuerden sería ya no solo los logros como ciclista que pueda ir consiguiendo a lo largo de su trayectoria, si no como la persona que es.







De aquel chaval con una bici de la marca Fuji (su apodo) y aunque hayan pasado ya seis años en el profesionalismo y el tiempo vuele, Igor me dice que aún tiene la esencia de aquel chaval, sigue siendo un sentimental de la bici, no quiere perder esa forma de ser aunque vaya madurando con la edad.


No se ve en otro equipo que no sea el de toda la vida, nunca se sabe, me comenta Igor, pero esto es una familia, tiene la sede del equipo a veinte minutos, el calendario, la expectación que está levantando el equipo, solo las circunstancias lo dirán, pero hoy por hoy y si sigue todo como hasta ahora lo ve difícil. Se ha dejado por el camino el estar más tiempo al lado de los amigos, un verano al lado de ellos, el estudiar una carrera, si lo de la bici no hubiese salido se habría decantado por una Ingeniería que le llama bastante la atención.


De su primera maleta hacia su primera carrera a la actual en lo mental ha tenido cambios, al principio era la ilusión y ahora aunque también la hay, también hay una parte de obligación por ser su profesión, sus responsabilidades, ya no ve una carrera en si, si no un computo general.
Sus momentos más importantes son los vividos con Zubeldia, Aitor González, Samuel Sánchez, Laiseka en el Giro que corrió al lado de ellos, un día de esos también fue el que tuvo de descanso e irse con Laiseka a ver la tumba de Pantani y su pueblo, donde celebraba sus triunfos, y para terminar me comenta que fue una lástima como termino sus días el grandísimo escalador.

Fuente:Blog Dany Jaca

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